Un fugitivo de la justicia naufraga en una isla desierta en el Océano Pacífico. Meses después, aparecieron repentinamente unas personas que visten trajes antiguos y no parecen notar su presencia. El protagonista se enamora de Faustine, una de las mujeres del grupo quien, como el resto, lo ignora completamente, por lo que comienza a espiarla. Las conversaciones que ella mantiene con Morel le desvelan al fugitivo un secreto terrible, respecto al cual tendrá que tomar una decisión que definirá su destino.

Esta novela es la obra por excelencia de Bioy Casares y una de las primeras del género de la ciencia ficción en nuestro país. El intrigante misterio se mantiene firme durante el transcurso del argumento y la prosa es directa, mas no simple. La consideraría el arquetipo del suspenso argentino.

Narra las vivencias de Silvio Astier, un adolescente de clase baja buscando salir de su situación desfavorable. En el transcurso del argumento, Silvio pasa de buscar la grandeza por medio de diferentes caminos (ser ladrón, trabajar, volverse soldado) a desencantarse con la vida. El espacio miserable de la historia, los lugares superurbanos de la Ciudad de Buenos Aires, es condimento para la desesperanza del joven.

Que esta sea la primer novela del autor no significa nada, ya que probablemente sea la mejor. Muchos tratan de calificarla como una obra trágica y pesimista, yo, en cambio, considero que tiene connotaciones optimistas perversas. Que la vida sea cruel y despiadada no necesariamente quiere decir que es mala, es lo que es, el camino lo elegimos nosotros con lo poco que nos dan. Es la respuesta a aquellos que inconscientemente le dicen a un adolescente impulsivo que "no sabe nada de la vida", cuando tal vez la conoce mejor que muchos.